El poder del perdón en el matrimonio es una de las virtudes más necesarias en el mundo moderno, y es que la verdad, las ofensas provenientes de nuestros seres queridos suelen doler más.
¿Porqué sucede esto? porque al daño recibido se le suma el sentimiento de haber sido de alguna manera traicionados en nuestra confianza, nuestros afectos o nuestras expectativas.
Por eso los errores entre esposos tienden a convertirse no sólo en “problemas por resolver” sino en “dolores del corazón” que amenazan la relación misma y que hacen hasta dudar del amor.

Por eso uno de los valores fundamentales que deriva del amor y que es vital en toda vida de pareja es el perdón. Ésta es la actitud de alguien que después de haber sido víctima de una ofensa, toma la iniciativa de borrarla.
Qué significa el perdón en el matrimonio
Perdonar, es el don perfecto que se le puede ofrecer al otro. El perdón está en el corazón de la espiritualidad conyugal ya que le permite a la pareja avanzar, a pesar de las inevitables heridas, como lo ilustra esta historia.
Una pareja andaba por el camino de Compostela. Un día tuvo un altercado y el marido le dijo a su mujer.
• Lo que me dices no tiene consistencia, verdaderamente eres una tonta, nunca comprendes nada.
Ella, profundamente herida, escribió en la arena: “Hoy, mi marido me faltó al respeto”. Continuaron el viaje, y luego vieron un lago. Decidieron bañarse, pero la esposa se enfermó y estuvo a punto de ahogarse.
Su marido la salvó en el último momento. Cuando ella volvió en sí, grabó en una piedra lo siguiente: “Hoy, mi marido me salvó la vida”. Éste le preguntó:
• Cuando te ofendí, escribiste en la arena, y ahora escribes en la piedra. ¿Por qué?
• Escribí en la arena mi tristeza para que los vientos del perdón borraran la herida. Grabé en la piedra mi alegría para que ningún viento borre nuestro amor.
Es por ellos que es importante la oración de los esposos para alcanzar la humildad y la sanidad del corazón.
Cómo perdonar una infidelidad en el matrimoniio según la Biblia
Muchas parejas se preguntan hoy en día ¿como perdonar una infidelidad en el matrimonio?.
Primeramente debo decirte que esto no es fácil, pero como dice Filipenses 4:13 «Todo lo puedo en Cristo que nos fortalece», es posible el perdón de una infidelidad.
Debemos primeramente meternos en intimidad con Dios, no es fácil a simple vista, pero te aseguro que si confías plenamente en Dios, Él te dará la victoria. Todos los seres humanos podemos un día caer en la trampa del enemigo y equivocarnos, fallarle a esa persona que amamos, porque nuestra naturaleza carnal, está viva.
No quiere decir que tengas que volver con esa persona, pero si la persona esta genuina-mente arrepentido, y quiere una oportunidad, ¿quien eres tú, para decirle que no? sabiendo que existe un Dios de oportunidades, que siempre está dispuesto a perdonar nuestras infidelidad hacia él.
Te recomiendo que primero confieses tu pecado en el sacramento de la confesión, si eres tu el que cometió la falta, pero si eres la parte afectada puedes pedir consejería.
Luego puedes hacer un ayuno, siempre entregándole tu situación a Dios todo poderoso que es experto en dar respuestas que son para bien y no para mal. El matrimonio, amistad, o hermandad son vínculos de unión que para Dios resultan ser importantes, él nos manda a que nos amemos los unos con los otros, a que nos perdonemos nuestras ofensas así como él nos perdona a nosotros.
Qué hacer para perdonar en el matrimonio
La forma cristiana de proceder para practicar el perdón en el matrimonio te lo explico a través del siguiente ejemplo:
Roberto se sintió muy mal por una palabra de María. Después de algunos días de enojo, sin esperar a que María se excusara, él tomó la iniciativa de perdonarla.
Aunque perdonar no es olvidar, pese a que haya tomado tiempo, Roberto supera el recuerdo de la injuria al dar el primer paso, al besar a María, al mismo tiempo que le hace comprender la herida que ella le infirió.
Dicho perdón permite a esta pareja florecer de nuevo, volver a comenzar con un amor más grande.
Con pleno derecho, esta pareja puede volver a hacer la petición de la oración del Padrenuestro que Jesús nos enseñó: “Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
Este es el valor fundamental del perdón en el matrimonio cristiano.
Un rabino empleó una imagen muy sencilla para traducir esta nulidad del perdón: cada uno de nosotros, dice, está unido a Dios por medio de un hilo; y cuando alguien comete una falta, el hilo se rompe.
En la reconciliación, Dios junta las dos puntas del hilo y hace un nudo. Así, el vínculo con Dios se restablece, y el hilo se vuelve más corto. Nos encontramos, pues, más cerca de Dios por la reconciliación misma.
El perdón en el matrimonio cristiano es la fina flor del amor teologal que se vive en un contexto de alianza. Éste convierte el poder en servicio y la herida en ternura.
Introduce en el seno de las relaciones humanas las costumbres de Dios y hace de la pareja y de la familia una imagen de la trinidad.
Sería bueno que leyeras el artículo cómo orar en familia para alcanzar la gracia de Dios.
Citas bíblicas sobre el perdón en el matrimonio cristiano
San Pablo habla de este amor-perdón en un texto magnífico, muy utilizado en las celebraciones matrimoniales (1 Corintios 13:1-13]. Él escribe que el amor es magnánimo y servicial, que no es envidioso, que no se jacta ni se engríe, que no hace nada inconveniente, no busca su interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal ni se alegra de la injusticia.
Este amor, llamado también caridad, ágape, todo lo excusa, lo cree todo, todo lo espera y lo soporta todo. Él no pasará nunca: “Lo que permanece hoy, es la fe, la esperanza y la caridad; pero la más grande de lastres, es la caridad” (1 Corintios 13:13).
Con este perdón la pareja cristiana edifica el reino en la historia a través de las realidades cotidianas de la vida. Como Cristo, éste es profeta (por su obra de evangelización en casa), sacerdote (obra de oración en el hogar) y rey (obra de servicio al mundo). Este vocabulario teológico de profeta, sacerdote y rey puede parecer de otra época.
Simplemente digamos que la pareja ejerce su función profética dando testimonio de Cristo por medio de su amor y de su palabra (con frecuencia por la educación de los hijos), la cual ejerce su función litúrgica al ofrecer su vida de todos los días a Dios “como hostia viva, santa y agradable a Dios” (Romanos 12:1) (a menudo por la oración y las liturgias familiares), la cual realiza su función real al llevar nuevamente al mundo hacia su fin que es regresar a Dios (con frecuencia por medio de su compromiso en el mundo).
Esta triple dimensión profética, litúrgica y real de todo bautizado puede llevarse a cabo en diferentes niveles por la pareja: ministerio de la vida, acogida de las personas menos favorecidas, testimonio de fe, compromiso (escuela, barrio, parroquia), promoción de las personas, creación de redes de solidaridad (actividades sociales, caritativas, deportivas), calidad de vida, etc.
Si la pareja cristiana irradia el Evangelio en el corazón del mundo, se debe a que saca su inspiración de la escucha de la Palabra de Dios, como lo veremos en este artículo, A la luz de la Palabra dada y recibida, ésta dirige su mirada de fe, de esperanza y de amor a los acontecimientos del mundo, tratando de discernir en ellos los “signos de los tiempos”, ya que dichos acontecimientos revelan la presencia de Dios en el mundo.
Perdón y Reconciliación en el Matrimonio, Ejercicio práctico
El perdón en el matrimonio restaura la relación afectiva de los cónyuges, una vida de pareja se prepara y se construye cada día. Para lograr el proyecto de vivir felices juntos, se necesita tiempo, teniendo presente las diferencias entre el hombre y la mujer.
Al respetar dichas diferencias, es posible construir una relación que dure toda la vida. “Tú eres tú, yo soy yo. Somos dos personas únicas y diferentes. Deseamos amarnos tal cual somos. Queremos formar un nosotros que respete el misterio que soy yo y que eres tú”.
Los invito a reconocer y aceptar las diferencias entre ustedes: la genética, el cuerpo, la afectividad, el temperamento, el medio social, los intereses, la imaginación, las imágenes de Dios… Estas diferencias revelan que cada persona y cada pareja son únicas.
Alégrense de sus diferencias porque éstas enriquecen al otro. Tómense el tiempo de comunicar, de intercambiar, de compartir, con el fin de conocerse.
Por ejemplo, hagan un inventario de sus cualidades, sin quedarse en los defectos. Observen lo que les gusta de ustedes y de su pareja. Al comparar sus cualidades, descubrirán las diferencias. Todo esto es bueno.
La conciencia de los propios valores será una ganancia preciosa cuando atraviesen por momentos difíciles. No olviden que las diferencias son una oportunidad para su pareja, las cuales no son amenazas, sino riquezas.
Cada compañero puede así ayudar al otro a volverse más humano y, por ende, más divino.
Para ya finalizar te animo ver este mensaje que trata sobre el amor familiar, para que veas cómo Dios funda en la historia un nuevo tipo de relación. El sueño de Dios es que sus hijos sea una inmensa familia en la que todos se amen mutuamente.
este mensaje es de mucha bendicion para mi vida y para muchas personas que lo estudien y reflexionen, busque este tema porque me toca dar charlas, pero el mensaje siempre tiene que tocar mi vida para poder tocar la vida de los demas. cuando hablamos de Dios no hablemos como que estamos dando conocimiento aprendido en un texto hablemos desde nuestra experiencia con Dios, como un testimonio, «las palabras convencen pero el testimonio arrastra»
Tu enseñanza s muy sensata