Hola que tal, no sabes el gusto que me da tener tu compañía en este compartir cristiano. Hoy vamos hablar acerca de la transfiguración de Jesús en el monte tabor. Pero antes permíteme invitarte a suscribirte en nuestro boletín de reflexiones católicas, si deseas que te comparta cada semana la reflexión del evangelio dominical suscríbete en nuestro boletín, para ello solo tienes que visitar esta página que ves en pantalla: reflexionescatolicas.org/vh/boletin.
La Transfiguración de Jesús nos invita a tener buena memoria
Quiero iniciar por plantearte dos escenarios, el primero es un escenario de alegría, un escenario de momentos gratos; el otro escenario es de tristeza, dolor, sufrimiento. Teniendo presente estos dos escenarios, puedo decir que la transfiguración de Jesús en el monte tabor, nos invita a tener buena memoria.
Te lo explico mejor:
Jesús sabía que se acercaba el momento de la pasión en la cruz y quería que en la memoria de sus apóstoles Santiago, Pedro y Juan, quede grabado ese momento de gloria, que ellos recuerden que Él es el Señor, el Dios vivo y verdadero.
De esta manera el deseo de Jesús era fortalecerlos y prepararlos para cuando llegue la hora de su pasión y muerte, quería que en sus corazones estuviera presente este maravilloso acontecimiento.
Lamentablemente a ellos les sucedió como nos suele suceder a la mayoría de nosotros, que se nos olvidan las cosas buenas, los momentos malos los recordamos hasta con fecha y hora, pero las cosas buenas se nos olvidan.
Buena Memoria en la Transfiguración de Jesús
Tener buena memoria de los buenos momentos
La enseñanza de hoy va dirigida en no olvidar las cosas buenas, es importante que tu y yo tratemos de siempre tener buena memoria, recordar las cosas buenas de la vida – porque no todo lo que vivimos es malo -, el mismo hecho de respirar ya es una bendición dada por Dios, más aún en estos tiempos en donde no tenemos la certeza si al salir de nuestras casas podamos contagiarnos de covid 19, así que tener la bendición de la salud es un momento grato.
El mismo hecho de disfrutar del amor y el cariño de nuestra familia es un regalo de Dios.
Imagínate estar en la sala de tu hogar, viendo un programa de televisión junto a tu esposa, esposo e hijos, el uno comenta, el otra también y por ahí alguien dice algo gracioso y se desata un contagio de risas, ¡Dime si este no es un momento de transfiguración!, un momento de gloria familiar anticipada.
Ejemplos de transfiguración terrenal
Ahora este es solo un ejemplo, piensa cuantos momentos gratos has tenido en tu vida, yo te plantee un ejemplo familiar, pero podemos tener momentos de transfiguración en el área profesional, laboral, económica e inclusive pastoral.
Todos estos pequeños detalles vividos, tipifican ese momento de alegría y entusiasmo que experimentaron Pedro, Santiago y Juan. Tan alegres estaban que Pedro le dice a Jesús «Maestro, qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
La reflexión que te propongo es considerar todos nuestros momentos de alegría como apoyo para superar los momentos no tan gratos. Porque cuando llega el momento de la cruz al igual que los discípulos, nos vemos llenos de oscuridad, cuando llega el momento de la adversidad pensamos que no hay salida y nos sentimos perdidos.
Es justamente aquí cuando debemos recordar que Jesús no solamente es un hombre, sino que además es Dios, aquel que se manifestó con toda su gloria frente a sus discípulos. Por lo tanto la transfiguración de Jesús en el monte tabor, nos enseña a confiar en el Dios hombre, a saber que Él tiene el control de todos nuestros momentos no tan gratos.
Es precisamente en la adversidad, cuando más debemos tener buena memoria, recordar los momentos en los cuales hemos experimentado el amor de Cristo.
Ejemplo de cuenta bancaria
Haz la cuenta que tienes una especie de cuenta bancaria, en donde vas depositando los buenos momentos, los gratos recuerdos, las buenas experiencias, de tal manera que cuando llegue el momento de crisis, así como sucede económicamente hablando, vas y haces un retiro de fondos para solventar estos malos momentos.
Como te puedes dar cuenta, tiene mucho sentido que al recordar esos hermosos momentos vividos, nos llenaremos de fuerza, de motivación para salir adelante, para no quedarnos tendidos en el suelo lamentándonos por la circunstancia, para no quedarnos lamiendo nuestras heridas ni llorando nuestros pecados, sino mas bien para levantar la mirada a Cristo y dejarnos ayudar por Él, y así seguir caminando.
Cuando tienes buena memoria, nace inevitablemente en tu corazón el agradecimiento, la gratitud a Dios por esos buenos momentos; y cuando eres agradecido vives mejor.
Dicho esto, sería bueno que vivas esa plenitud, porque el agradecimiento te va mostrando el camino, te va dando luz en medio de la oscuridad.
Aquel que solo recuerda lo malo y es un desagradecido, en cambio, el que tiene buena memoria y agradece los buenos momentos, ese empieza a experimentar aquí y ahora la salvación que cristo ha venido a traernos.
Así que pidamos al señor que nos conceda la gracia de tener buena memoria, de recordar lo bueno y de ser agradecidos. Ojalá que estas palabras hayan tenido sentido para ti.