La oración es una parte esencial de la vida cristiana. A través de ella, podemos comunicarnos con Dios y fortalecer nuestra relación con Él.
Pero, ¿Cómo orar en público de la manera correcta? La idea puede resultar intimidante y abrumadora para muchos. Por eso es importante recordar que la oración en público requiere una preparación previa adecuada.
Al tomarnos el tiempo para prepararnos mental y espiritualmente antes de orar en público, podemos abordar el desafío con confianza y seguridad. Esto significa dedicar tiempo a la meditación, la reflexión y la preparación del mensaje que deseamos comunicar.
Con una buena preparación, podemos transmitir nuestras intenciones y necesidades de una manera clara y efectiva, sobre todo en la manera de como dirigir una oración en público.
¿Cómo orar en público? o mejor orar en secreto
Hay que entender que las dos maneras de orar no se contraponen entre sí, mas bien la una complementa a la otra. Se debe orar en secreto, pero también se debe orar en público.
Ambos tipos de oración son perfectamente válidos, de ambas maneras podemos aprender a orar y hablar con Dios.
Para tener una mejor idea, leamos Mateo 6:5-6 donde dice: “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”
Si te das cuenta en este evento Jesús no está condenando la oración en público, pues era válido y perfectamente legal. Lo que Jesús está condenando es la hipocresía de algunos al orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, no precisamente para ser escuchados por Dios, sino para recibir elogios de las personas.
Aquellos que hacen esto, ya tienen su premio, por eso les gusta orar en público porque de esta manera son admirados y elogiados por los otros hombres hipócritas como ellos. ¡Pero jamás obtendrán recompensa de parte de Dios!.
La prueba de humildad en la oración, está dada por la disposición voluntaria y gozosa de estar a solas con Dios, para de esta manera abrir nuestro corazón a nuestro creador.
Esta es la oración que será recompensada por Dios pero no por los hombres.
Ahora leamos 1ª Timoteo 2:8 donde dice: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda”
Esta es la confirmación de que podemos orar en público, ¡obviamente! cuidando siempre la actitud del corazón, no sea que caigamos en la hipocresía de orar solamente para ser vistos por los hombres, lo cual condenó Jesús en Mateo 6:5.
Es necesario entender y tener presente que no debemos tener la mínima intención de atraer la atención hacia nosotros mismos en las oraciones en público.
Si te planteas la pregunta ¿Cómo orar a Dios correctamente en público? pues la respuesta sería, hacerlo con humildad reconociendo que Dios es el Señor de nuestras vidas, no orar públicamente para ser aplaudidos sino más bien para honrarlo sinceramente.
Espero que esta reflexión tenga sentido para tí.
En todo caso, si tú no tienes la costumbre de orar a Dios en secreto, es mejor que no ores a Dios en público, para que nadie le tilde de hipócrita.
Ahora que ya tenemos claro este punto, veamos:
Por qué debemos orar en público
Debemos orar en público para honrar a nuestro Dios, para dar testimonio de que confiamos plenamente en nuestro creador.
Si eres miembro de la pastoral, catequista, servidor, se te pide que ores en voz alta con tu iglesia (Hechos 6:4).
Los padres también tenemos el llamado a orar en voz alta con nuestros hijos (Deuteronomio 6:6-7).
Obviamente los niños pueden orar en voz alta con sus amigos (Salmo 8:2, Mateo 21:15-16).
Si eres miembro de la iglesia de Cristo, ten la plena seguridad que en algún momento se te pedirá que ores en voz alta con un hermano o hermana que está sufriendo, tanto si estás listo o no (Santiago 5:16).
Si el Señor te ha abierto los labios, se te pide que ores en voz alta con alguien.
Orar en público es un privilegio
Es importante saber que nuestra oración audible mas que un deber es un verdadero privilegio y un medio valioso de servicio a otros, e incluso como un motivo de gozo.
Cuando oramos juntos nos animamos unos a otros a través de nuestra fe, aprendemos los unos de los otros a través de nuestra teología, nos amamos unos a otros a través de nuestra preocupación y nos guiamos unos a otros hacia el Dios que recibe con ternura las débiles peticiones de sus hijos amados.
Cómo hacer una oración a Dios en publico
Muchas veces nos puede ocurrir tener vergüenza rezar en voz alta, ¿Qué debemos hacer para empezar y superar este sentimiento?
Aquí te comparto algunos consejos para orar en público, espero te sean de gran ayuda:
Preparación previa para orar en público
La preparación es fundamental en cualquier actividad, y la oración en público no es la excepción. Si deseas prepararte para orar en público, es esencial que le pidas ayuda a Dios. Cuando tengas la oportunidad de de hacer oración comunitaria, te recomiendo que antes ores unos minutos, pidiéndole al Espíritu Santo la capacidad de hacerlo de la mejor manera. Recuerda orar en el espíritu.
Además, es importante elegir cuidadosamente las palabras y el tono que se utilizará en la oración. Es importante recordar también que la oración no es un espectáculo, sino una oportunidad para conectarnos con Dios. La oración debe ser sincera, auténtica y estar dirigida a Dios. Una buena técnica para seleccionar las palabras adecuadas es practicar la oración en privado antes de orar en público. La práctica nos ayudará a tener una mejor idea de cómo queremos que la oración sea y cómo queremos que se transmita el mensaje.
Técnicas para orar en público
Una vez que nos hemos pedido al santo espíritu su iluminación, es importante conocer las técnicas adecuadas para orar en público. Aquí hay algunas sugerencias:
Comenzar con gratitud y alabanza: Comenzar la oración con una expresión de gratitud y alabanza es una forma efectiva de establecer la conexión con Dios. Reconocer la grandeza de Dios y agradecerle por sus bendiciones es una excelente manera de establecer el tono adecuado para la oración.
Ser consciente del lenguaje corporal y la postura: Teniendo presente sobre qué vas a orar, qué acción de gracias, qué confesión o qué petición preocupan al grupo, adopta una postura y el lenguaje corporal de sumisión y recogimiento.
Aunque estemos ante un público debes saber que la oración comunitaria en público no es una predicación, por lo tanto sería bueno que mantengas tus ojos cerrados y que tu vos sea la única herramienta de expresión, por supuesto con una postura relajada.
Evitar clichés y frases repetitivas: Es importante ser original en la oración y evitar clichés y frases repetitivas que puedan distraer a la audiencia.
Ser breve y conciso: La oración en público debe ser breve y concisa. Una oración larga y tediosa puede aburrir a la audiencia y perder el propósito de la oración.
Piensa cómo vas a orar. Revisa la palabra de Dios para apoyarte en tu oración, toma un texto bíblico para tener una referencia de lo que vas a decir ¿Dios nos ofrece su Santo Espíritu para guiarnos (Lucas 11:13)? ¿Muestra Dios su inclinación a sanar (Santiago 5:14- 15)? Pues pídeselo basándote en este texto bíblico. ¿Nos manda Dios que oremos por algo (como en Mateo 9:38)? Pues ora con valentía, recordándole su mandamiento.
No vayas a olvidar que Jesús también está orando. Cuando rezamos en comunidad, tenemos la certeza de la presencia de Cristo (Mateo 18:20) y la promesa de su intercesión (Hebreos 7:25). Recuerda que un cristiano nunca (¡nunca!) ora solo.
Ora con sencillez. El gran teólogo inglés del siglo 17 John Owen dijo algo que hasta hoy recordamos : “las oraciones de los santos [más débiles] pueden ser útiles al más grande apóstol. Servimos a un Dios que nos presta atención, mas aún atiende las oraciones de las viudas y los huérfanos, tenemos un Padre que agradece los hosannas de los pequeños y que los utiliza a todos para lograr sus grandes propósitos.
Cómo hacer una oración inicial
A continuación te comparto ejemplos de oraciones de apertura, o mejor aún, un modelo de oración inicial comunitaria, esperamos que te sea de utilidad:
Al comenzar esta reunión, Señor,
nuestros corazones se levantan hacia Ti
en busca de tu mirada.
Escúchanos, Señor.
Da respuesta a nuestras preguntas,
y ayúdanos en nuestras inquietudes,
Tú que eres nuestro Dios
en quien nosotros confiamos.
En esta reunión, ponemos en tus manos
nuestros miedos e ilusiones.
En tus ojos, ponemos la pureza y sinceridad
de nuestra búsqueda.
Guíanos, Señor, Tú que eres bueno
y que tu Espíritu Santo
nos ayude en cada paso.
Que nuestra boca sea hoy
la expresión de nuestro interior;
que nuestras palabras
arranquen de lo profundo,
y sean verdaderas.
Señor, danos un corazón limpio
para que podamos ver.
Encomendamos en tus manos
esta reunión: Acompáñanos.
Acoje por favor todo lo que somos
y tenemos, por que tu eres el Dios
de la Vida, por eso te pedimos
fuerza y ánimo para seguir adelante:
Que nuestras almas se colmen de
alegría porque nuestra esperanza está
puesta en tí.
Guíanos siempre por el camino justo.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén
Espero que este ejemplo sobre cómo hacer una oración inicial te sea de gran ayuda.
Que debemos pedir en la oración
Lo primero es reconocer nuestra condición humana. El Señor sabe que somos débiles y esta debilidad se manifiesta cuando sobre todo nos ponemos a orar.
Muchas veces esta debilidad es producida por nuestra propia imaginación que no nos deja concentrarnos en un solo punto; debilidad que viene de nuestra falta de voluntad para no preocuparnos e inquietarnos; debilidad moral que nos hace sentir pecadores por las ofensar cometidas a Dios; debilidad psicológica reflejada en la tibieza espiritual que nos impide avanzar en el servicio a Dios; debilidad de las pasiones carnales y la misma soberbia que nos agitan y nos impiden ponernos en el recto camino del cielo.
Estas son las debilidades que todo ser humano tiene en su ser, ¿qué hacer entonces? cómo hacer para vencer estas debilidades y orar a Dios ya sea en secreto o en público.
Sin lugar a dudas nos falta conocernos a nosotros mismos, tener claridad sobre cual es nuestro defecto principal o pasión dominante.
Pero tranquilo(a), esta es la condición humana. Por esto han pasado muchos santos, con la práctica de una vida espiritual pudieron descubrir cuál era su pasión dominante. Somos seres desconocidos para nosotros, ¡cuánto más es el Espíritu Santo un gran desconocido!
Cuando invocamos al Espíritu Santo, viene a ayudarnos en nuestra debilidad y gime en nuestro interior inefablemente.
Nuestro ser es el templo de Dios y es el campo de acción del Espíritu Santo. La oración es un gemido del Espíritu en nosotros. Dejemos que el Espíritu haga su obra en nuestro ser.
¿Qué debemos pedir en la oración?: Debes pedir la gracia de Dios, pero siempre la clave es abrirte al Espíritu Santo, pedirle al Santo Espíritu que te ilumine la mente y el corazón para pedir a Dios lo que más necesites y sobre todo que tu petición vaya en sintonía con la voluntad de Dios.
Déjate conducir por Él, apelemos al Dulce Huésped del alma y digámosle que nosotros le dejamos hacer su obra en nosotros. No se trata de ser pasivos, tenemos que ser activos en lo que está en nuestro poder y voluntad.
Pero en aquella parte de nuestro ser en donde no logramos ser dueños de nosotros mismos, dejemos que el Espíritu realice su obra admirable e invoquémoslo con fe confiada: “¡Ven Espíritu Santo! ¡Llena mi alma de tu presencia e infunde en ella el fuego de tu amor!”.
Buenas tardes,muy buenas reflexiones, muchas gracias, DIOS los BENDIG
La fuerza de la oración esta dada por la naturalidad con la que ora el que pide, sea por mejorías para otros y/o para si mismo, y se potencia cuando no olvida agradecer sinceramente, las gracias recibidas, sea su oración en secreto o pública.
Bendiciones.
Jorge Mercado, 26/02/2021. 01.02.a.m.
Dios lo bendiga hermano, Gracias por su ayuda. Bendecida.
Muchas gracias 😊
Dios les bendiga grandemente hermanos, gracias por su ayuda ;Amen Amen